jueves, 6 de octubre de 2011

MUERE STEVE JOBS DE APPLE

MUERE STEVE JOBS DE APPLE
 
Steve Jobs ha muerto y con su muerte, Apple pierde a su manzana de oro. Steve Jobs ha muerto a los 56 años tras luchar contra una larga enfermedad que no le ha impedido desarrollar sus hitos técnológicos: el iphone, el ipod o el ipad. Y dejar discursos para la historia, como el que pronunció en la Universidad de Stanford.

MUERE STEVE JOBS DE APPLE

Los grandes iconos tienen el potente don de mover a las masas. Lo hacen en vida y mantienen su influencia cuando su luz se apaga generando una mayúscula conmoción. Y Steve Jobs era uno de ellos. Esta noche Apple, en un escueto comunicado colgado en su página web, confirmaba la muerte de su cofundador Steve Paul Jobs, el gran prestidigitador de la tecnología de los últimos años, cuya capacidad de innovación alumbró un nuevo escenario que transformó los hábitos de millones de personas con inventos como el iPod, el iPhone o el iPad.

Steve Jobs ha muerto a los 56 años de edad tras una larga y dura lucha contra un cáncer que solo consiguió arrebatarle el bastón de mando de la factoría de Cupertino hace mes y medio. Cedió entonces el puesto de consejero delegado de forma definitiva a su mano derecha Tim Cook. No era un parche como en otras ocasiones. Se consumaba un relevo que no tenía marcha atrás. Una señal inequívoca de que empezaba a ceder ante el acoso de la enfermedad.

El secreto que ha mantenido la compañía sobre el estado de salud de Steve Jobs ha sido similar al hermetismo con el que blinda el desarrollo de sus proyectos. En total, casi una década de lucha, un tiempo en el que ya superó un cáncer de páncreas en 2004 y en 2009 hizo lo propio con un transplante de hígado. A lo largo del pasado año se le vio visitando centros especializados para el tratamiento de esta enfermedad. A pesar de la falta de detalles oficiales, el aspecto físico de Steve Jobs sufrió notablemente y sugerían que el tumor se le había vuelto a reproducir. En su última presentación -su hábitat natural- se subió al escenario para presentar iCloud -el servicio de almacenamiento en la nube- con un aspecto bastante desmejorado. Había perdido mucho peso y su enjuto perfil levantó las primeras alarmas. Sin embargo, eso no fue impedimento para generar consenso sobre la conclusión de que no había perdido ni un ápice de su talento.

La noticia del fallecimiento de Steve Jobs se ha conocido tan solo un día después de que la compañía presentase su nuevo lanzamiento: el iPhone 4S. El acto supuso la representación pública de un traspaso de poderes certificado semanas antes. Tim Cook, extrañamente, tuvo un papel secundario en la rueda de prensa. Cedió a sus compañeros de equipo el protagonismo de diseccionar las virtudes del nuevo terminal. Quizás fue un movimiento premeditado para no exponerse a una parroquia que sigue -y seguirá- hipnotizada por el carisma de Steve Jobs.
Del garaje a la cima mundial

"La brillantez, la pasión y la energía de Steve fueron la fuente de incontables innovaciones que enriquecen y mejoran nuestras vidas. El mundo es enormemente mejor debido a Steve", afirmaba el consejo de dirección de la compañía que él creó junto a Steve Wozniak en 1976 en un garaje, escenario tan recurrente para los emprendedores americanos.

Steve Jobs se empeñó en cambiar la tecnología desde el primer momento de su aventura. Cuando la informática se identificaba con mastodónticos equipos, buscó lo que llamaba “un ordenador verdaderamente personal”. Así nacieron los primeros 'Mac', que aunque no tuvo una incorporación masiva al ámbito doméstico, dominó sectores como el diseño profesional. Ese fue el primer gran éxito de la gobernanza de una empresa que se quebró en 1984, cuando fue retirado de la dirección por su propia compañía.

Inició en ese momento un trayecto que le llevó por otras aventuras profesionales, que aunque menos mediáticas, no fueron por ello menos exitosas. Gracias a Next Computer -empresa fundada por él mismo- pudo acceder a la compra de la división de animación gráfica de Lucasfilm, por la que pagó a George Lucas diez millones de dólares. De esa adquisición nacieron los estudios Pixar, fuente de producciónes como 'Toy Story' o 'Buscando a Nemo'.
El rescate de Apple

Mientras la trayectoria de Steve Jobs se mantenía en alto, la de Apple transcurría de manera diametralmente opuesta. Cayó a los infiernos bursátiles, coqueteó con la bancarrota hasta el regreso del cofundador en 1996, tras la compra de Next Computer. En 2000, recuperó el puesto de consejero delegado y en ese momento se inició una recuperación que se tradujo en una hegemonía indiscutible que vivió su cúlmen el pasado agosto, cuando la compañía superó por unos minutos a la petrolera Exxon como la compañía más valiosa del mundo.

En esos años, Steve Jobs mejoró los Mac y los programas asociados. Sin embargo, acabó por romper el cerco del ordenador personal y empezó a apuntar a nichos de mercado tan dispares como la telefonía móvil o la industria discográfica. Su primera meta volante fue iTunes, un servicio de venta de música por internet. Un lanzamiento que años más tarde propició la comercialización del famoso reproductor iPod. Un paso previo para una de las joyas de la compañía: el iPhone. Este 'smartphone' revolucionó el mercado de la telefonía en un tiempo en el que los móviles ni eran táctiles y que se conectasen a Internet era un privilegio reducido.

El último gran producto que Steve Jobs roció con su esencia fue el iPad, que también ha resultado ser un éxito arrollador. Un dispositivo innovador que suponía un estado intermedio entre un móvil y un ordenador, que nació con la vocación de dar un giro al consumo de cosas tan dispares como prensa, música, películas o videojuegos.

Este concepto ya ocupa grandes presupuestos y engrosa las preocupaciones de sus rivales, que todavía no han conseguido plantar dificultades a un equipo que ya cuenta con su segunda versión en el mercado y ya apunta a la tercera generación. Todos ellos son inventos que desde el cuartel general de la compañía en Cupertino, donde ondean las banderas a media asta, han cambiado los hábitos de varias generaciones. Inventos y máquinas que han marcado un punto y aparte en la tecnología y que han elevado a Jobs a ser identificado como el 'Albert Einstein' del tiempo presente. Inventos que ahora pasan al dominio de Tim Cook, un ejecutivo cerebral que tiene que sostener el imperio que levantó Steve Jobs, el corazón de la manzana.

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