Randall Lee Church había sido liberado tras pasar 26 años en prisión por apuñalar a un hombre. Dijo que quiso volver porque el mundo no le gustaba
Cualquier lector puede hacer el ejercicio de cerrar los ojos e imaginar los cambios del último cuarto de década: desde la caída del Muro de Berlín hasta la creación y posterior masificación de Internet, la transformación del mundo ha sido cada vez más profunda y veloz.
Para el reo Rendall Lee Church, esos cambios fueron demasiado para seguir una vida normal luego de pasar 26 años tras las rejas. "Todo ha ido muy rápido sin mí", señaló en una reciente entrevista con el periódico San Antonio Express-News, desde la prisión del condado de Bexar.
Por eso, preparó un plan para retornar a la cárcel, un lugar más seguro frente a un mundo desconocido: se declaró culpable de haber provocado el incendio durante la época de incendios en julio, apenas 96 días después de haber salido de prisión por el asesinato en 1983, un apuñalamiento ocurrido durante una discusión por dinero en estado de ebriedad.
"No sabía cómo usar computadoras o teléfonos celulares o Internet", se sinceró Church, quien cayó preso cuando la tecnología de punta era el teléfono inalámbrico que hoy se asemeja más a un ladrillo que a un medio de comunicación. "Lo más raro de todo era caminar en una tienda como Walmart y que los padres escondieran a sus hijos de mí, como si fuera a saltarles encima".
"Cuando la gente está en prisión, necesita que les ofrezcan programas vocacionales y asesoría y programación de pensamiento cognitivo para que cuando salgan puedan mantener a sus familias", analizó la directora de la Coalición de Justicia Criminal en Texas, Ana Yáñez Correa.
Según la página de Internet de la prisión, Church fue condenado a cinco años de prisión por incendio provocado. Y, como si fuera una ironía, aclara que en octubre de 2012 podrá pedir libertad bajo palabra.
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