Este martes 100 mil filipinos deberán abandonar sus casas para protegerse del tifón Nesat. La tormenta llegará con ráfagas de 150 kilómetros por hora y amenaza con convertirse en un violento huracán
Las autoridades filipinas declararon la emergencia horas antes de la llegada del tifón Nesat, prevista para este martes 27 por la mañana con vientos superiores a los 150 kilómetros por hora. Además se esperan lluvias torrenciales que podrían causar crecidas y deslizamiento de terreno.
Nesat azotará probablemente de este a oeste la principal isla de Filipinas, Luzón, donde viven unas 48 millones de personas, es decir casi la mitad de la población del país. Una veintena de tifones castigan Filipinas cada año, pero Nesat tiene un diámetro dos veces superior a los que lo precedieron en este 2011, explicó el director de la seguridad civil, Benito Ramos. "Si sigue aumentando en potencia, podría transformarse en huracán de categoría 4", advirtió.
Los vuelos a la región central fueron suspendidos, y las escuelas de la capital filipina, Manila, permanecieron cerradas en la tarde ante las intensas lluvias y fuertes vientos. La agencia de emergencias dijo que cientos de automovilistas y pasajeros quedaron varados en los puertos, mientras que soldados y trabajadores de rescate fueron puestos en alerta para ayudar a trasladar a residentes a zonas de más seguridad desde áreas con riesgo de inundaciones o deslizamientos de tierra.
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